domingo, 19 de octubre de 2014

IRENE ESCOLAR y TAMAR NOVAS ruedan el largo UN OTOÑO SIN BERLÍN, la opera prima de LARA IZAGUIRRE


Los actores Irene Escolar y Tamar Novas ruedan el largometraje ‘Un otoño sin Berlín’, la opera prima de la directora Lara Izaguirre, en Amorebieta (Vizcaya). Según informaciones del periodista Leyre Eguskiza (en Deia.com), el rodaje se prolongará por cerca de siete semanas.


June y Diego. Luz y sombra. Ilusión por abrirse al mundo y ganas de aislarse de él. Historias que se terminan. Otras que empiezan. Reencuentros. De todo eso habla “Un otoño sin Berlín”.


Una pequeña plaza de Amorebieta se transforma por unas horas en una improvisada feria: la churrería, el puesto de tiro, globos, niños, color... Toda esa atmósfera especial en la que se encuentra inmerso el equipo parece congelarse por unos momentos con el “¡Corten!”. La primera toma ha sido buena, pero deciden grabar otras tres más. Los protagonistas de la escena son June (Irene Escolar) y Nico (Lier Quesada), que deciden disfrutar juntos de dos enormes algodones de azúcar en la feria del pueblo.


“La experiencia del rodaje está siendo un aprendizaje continuo”, destaca Irene Escolar, “Lara ha sabido rodearse de un equipo fabuloso y la atmósfera que se respira aquí es increíble”.


Los dos protagonistas, Escolar y el gallego Tamar Novas, coinciden con Izaguirre en que el rodaje de esta película está siendo muy enriquecedor gracias al largo trabajo previo, en el que han tenido la oportunidad de descubrir sus personajes e ir adaptando el guion para “dar vida” a la historia. “Hemos tenido mucho tiempo para explorar y nutrir a los personajes con cada ensayo, y hemos estado en contacto mucho tiempo antes con las localizaciones del rodaje. Eso no resulta muy común hoy en día, pero es fundamental”, afirma Novas. Escolar piensa que la gran capacidad de comunicación entre los miembros del equipo ha ayudado a “mejorar la historia y que crezca día a día”. “El trabajo de estos meses hace que todos queramos trasladar esta historia lo mejor posible”, subraya la protagonista.


Los dos mundos y las dos maneras absolutamente contrapuestas de ver la vida que tienen los protagonistas sirven como punto de partida de una historia sobre el desencanto de una generación de jóvenes que tiene que ir aceptando las cosas que ocurren en su vida para poder avanzar y crecer. También se habla sobre decir adiós y aceptar que las cosas que se acaban, y sobre “el miedo que nos surge al sabernos tan vulnerables”, desvela Tamar Novas.


June es la luz de Diego, su oxígeno, la persona que le hace conectar con el mundo y la que le ayuda a salir de ese aislamiento en el que voluntariamente ha decidido encerrarse. No obstante, es una mujer que a su vez arrastra dolor y culpa por un pasado difícil. “June está perdida, en una búsqueda constante de sí misma, y Diego le regala el poder construir un mundo imaginario donde todo es posible”, explica Escolar.


La directora zornotzarra comenta que el mundo que ambos van construyendo poco a poco durante ese otoño se transforma en “su peculiar Berlín”, una válvula de escape a la realidad, pero no solamente para los protagonistas. Izaguirre confiesa que a pesar de que en el momento en que comenzó a escribir el guion en Barcelona no entendía las razones que le empujaban a contar esta historia, el rodaje ha resultado “terapéutico y revelador”, ya que le ha ayudado entender mejor algunas de esas experiencias vividas. “Lo bonito del proceso ha sido darme cuenta de que tenía la necesidad de contar esto y descubrir el por qué”.


A la hora de elegir a los protagonistas, la zornotzarra no tuvo ninguna duda. “Supe que Irene sería June en cuanto la vi en la cafetería en la que quedamos ”, dice. La propia Escolar fue la que sugirió el nombre de Tamar Novas para encarnar a Diego, y en menos de 24 horas se confirmaron sus actuaciones.


Los dos afirman que se sintieron “enganchados” al modo en que Izaguirre había confeccionado sus personajes. “Lara tiene una sensibilidad especial y supo plasmarme a la perfección la gran dimensión que tiene June”, dice Escolar. “La libertad de poder bucear en el personaje de Diego me atrajo desde el principio; gracias a él viajo e imagino una infinidad de cosas”, apostilla Novas.


A pesar de que ninguno de sus cortos anteriores como Kea (2011), Next Stop: Greenland (2012) o Sormenaren Bide Ezkutuak (2013) son autobiográficos, todos ellos desgranan cómo es Lara Izaguirre: “En esta película tengo pinceladas de todos los personajes: a veces soy un poco June, otras Diego, y también me parezco a Nico”.


Escolar, Novas y Quesada encabezan un elenco en el que brilla de manera especial el intérprete Ramón Barea, que encarna al padre de June, “un papel que parece escrito para él” y en el que irradia ternura, pero también severidad. Barea, que aún no se ha incorporado a esta segunda semana de rodaje, estará acompañado por Naiara Carmona (Ane), Mariano Estudillo (Aitor) o Paula Soldevila (Pili), entre otros.


“No es perfecta, pero tiene alma”, sentenció una productora que leyó la primera de las casi una decena de versiones del guión de la película. Ese alma que acerca de la mano al espectador hacia la historia de June y Diego es el que se esconde tras cada escena de un Berlín imaginario.




No hay comentarios:

Publicar un comentario