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Una vez finalizado el rodaje de “Un otoño sin Berlín”, el primer largometraje de la cineasta Lara Izagirre, la película ha entrado en fase de posproducción. La directora y el editor de la película, Ibai Elortza trabajan mano a mano para ‘parir’ el film este otoño. Durante varios meses revisarán todo el material filmado, elegirán las mejores imágenes y audios y le darán a este largometraje una estructura coherente que se acerque más a la idea original de la directora.
Protagonizado por Irene Escolar y Tamas Novas,, en el reparto se destaca también el actor Ramón Barea, las actrices Itziar Ituño y Naiara Carmona y el niño Lier Quesada. Además, la ganadora de un Goya por “Te doy mis Ojos” Eva Valiño ha diseñado la memoria sonora del film, y durante esta fase se editará junto con las imágenes el sonido captado por esta gran profesional y la música compuesta por Joseba Brit.
“Un Otoño Sin Berlín” es una bella metáfora sobre la imposibilidad para enfrentarnos a lo real como convención colectiva, sobre todo cuando somos víctimas de las expectativas creadas sobre nosotros por los demás. El dolor de June (Escolar) ante la muerte de su madre, el amor erótico, la imagen personal respecto al talento literario de Diego (Novas) y sobre todo la infatigable y desesperada lucha por poder compartir y mantener vivos los paraísos imaginarios incluso o a pesar de entrar en la edad adulta.
Cuando June regresa a su localidad de origen tras vivir fuera un tiempo en busca de mejores oportunidades que las que le brindaba su tierra natal, ambos se reencuentran y se enfrentan juntos al desencanto y la falta de expectativas intentando reinventar su peculiar historia de amor.
Irene Escolar, que apostó por interpretar a June debido a la complejidad de su personaje, opina sobre el film que muestra el desencanto entre los jóvenes por el momento que nos ha tocado vivir, en el que es difícil dedicarse a lo que una quiere. Somos la generación perdida. Por su parte, Tamar Novas, al que le enganchó desde el principio la historia que cuenta añade la vida en sí misma es escapar de una realidad inapelable como es que todo se termina y es difícil aceptar el final de las cosas.
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