sábado, 14 de enero de 2012

Mariana Cordero es Pilar, Mercedes, Rosa y Rosita


Los personajes arriba citados son de trabajos hechos por Mariana Cordero en las películas Princesas (2005), La torre de Suso (2007), Tres días (2008) y La vida empieza hoy (2010). Todos ya pueden darnos una pequeña noción del potencial dramático y de la grandeza de esta actriz española.

Mariana trabaja mucho con la expresión facial, presenta una tristeza inmensa en sus ojos y incluso habla con ellos, algo que se espeja mucho en Bette Davis. Con esta disposición, ha hecho Rosa, en Tres días, película de ficción, dirigida por F. Javier Gutiérrez, con la cual ha ganado el premio de mejor actriz secundaria en el Festival de Málaga de 2008, encarnando un personaje complexo, perturbado y pesimista con la vida. Su carga emocional en la máxima potencia ha hecho con que, de secundario, su rol casi robe toda la película; posiblemente una de las mejores interpretaciones del aquel año.


Lo mismo se diga a respeto de los demás papeles secundarios desarrollados con perfección No importa el tiempo de escena que a ella le toque, desmigaja los que estén en su alrededor. Y se dice esto solo en verla como Pilar, de Princesas, la madre de Candela Peña. Su participación es muy pequeña, pero la fuerza del personaje y la ametralladora de odio que sale de sus ojos acaba con cualquier criatura que se le ponga por delante.

El personaje Mercedes, de La torre de Suso, es más una de las grande sorpresas traídas por esta peli, dirigida por Tom Fernández, en la cual Mariana es una ama de casa aburrida. Cansada de la vida, incapaz de un gesto de cariño a quién se acerque a ella, transforma su cocina en un campo de batalla intentando enfrentar todos los males. Pero ya quedará a un paso de cambiar cuando se permita ganar un abrazo.

Y la gran pantalla no sería la misma sin la inmemorable presencia de Rosita, de la bien sucedida película de Laura Maña: La vida empieza hoy. Hablamos de una mujer madura que intenta reconquistar su marido pos saber que está siendo traída y cambiada por otra menor. Como siempre, un pequeño personaje transformado por Mariana en lo más destacado.

Una de las más memorables escenas del cine español es aquella en que Rosita se planta como una diosa en la puerta de su habitación, con ropita íntima estilo tigresa. Mientras tanto, su marido pasa tres veces por ella sin echar, por lo menos, un ojito a sus intenciones eróticas.

En la realidad, Mariana no acepta trabajar en todos los guiones. Una de sus grandes características es leer cada guión y luego hablar con su director para saber exactamente saber lo que él desea a fin de que ella sepa cómo actuar. Es que no sabe trabajar si no fuera con las tripas.

Esperamos que, en breve, nuestros directores de cine vean en este pedazo de actriz un enorme potencial no solamente para hacer papeles secundarios, sino que para entregarle un guión digno de la estrella que es, con lo cual pueda muy pronto desarrollar todo su potencial. Un poquito fuera de los padrones actuales de cine, es cierto. Pero como ella misma dice en la piel de la Rosita, debremos cerrar los ojos y relajarnos. Hay muchas cosas que nos hemos visto, seguro que nos habrá de gustar.

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