'Stockholm', dirigida por Rodrigo Sorogoyen, se pasa toda ella entre la noche y el amanecer. Los personajes de Aura Garrido y Javier Pereira llevan la cinta casi que solos hasta el final, definitivo para ella.
La apuesta del equipo técnico no fue tanto en la historia a contar sino que en la propuesta estética, diferenciada en las dos partes de la película. Una fiesta nocturna sirve para presentar los personajes y el ambiente. La música frenética, los colores, con destaque al rojo, introducen las actuaciones secundarias y la pareja protagonista. En seguida, Madrid surge a nuestros ojos en tonos de un triste azul.
La segunda parte se presenta prácticamente toda en blanco, a fin de subrayar la soledad de la chica vivida por Aura Garrido. Según ha declarado el director para la revista 'Camaraman', "La secuencia diurna no es frontal, sino totalmente esquinada, con la cámara pegada a la pared, lo que imprimía un matiz agresivo a la secuencia. Los planos cortos también tienen una angulación más extrema, no a la altura de los ojos, como se había grabado en la secuencia de noche".
En medio cuidados como eses y a las referencias bien puestas a Michael Haneke, Richard Linklater y Sam Mendes, 'Stockholm' es un trabajo para ser apreciado por gente que entiende técnicamente de cine. Al público en general y en el festival malagueño, particularmente, podrá sonar tan extranjera como su título.
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